Hace 6 meses, que Patricia Ayala, fundadora y directora en Inspirando Líderes vive en Asunción. Ella es de la ciudad de Buenos Aires – Argentina. “Me encanta la naturaleza, las personas, son muy amables y solidarias. Asunción me recibió con tanto cariño y me acompañó en momentos complicados de salud. Agradecida y dispuesta a dar lo que tenga”, comienza diciendo la “inspiradora” en una entrevista con el conductor Florencio Núñez, del programa Desarrollando Competencias, emitido por TV Lambaré canal 6.

Durante la programación, conversaron sobre la gestión de emociones, con la perspectiva de construir el presente con fuerte vinculación al futuro. 
“En este contexto que estamos viviendo, complejo, dinámico, las emociones son un lugar central, para pararnos y para poder mirar desde donde accionamos todos los días. Viste que normalmente decimos emociones buenas o emociones malas. A mí me gusta pensar como un campo emocional que te permite hacer algo o que te impide hacer algo. 
Porque hay emociones que nos permiten ir hacia adelante, hacia el futuro. Pero hay otras que nos impide hacerlo. Que nos deja quietos. Viste que hay personas que caminan mirando hacia abajo, o que van por la vida con un movimiento lento. En principio es físico, pero después también impacta en los pensamientos. Cuando tenes una postura mejor, respiras mejor, y podes diseñar mejor acciones que te lleven a ese futuro deseado”, confiesa la directora.

En estos tiempos ocurren más ciertas enfermedades psicosomáticas como el estrés, ¿tiene vinculación con lo que estás diciendo?

Si tiene vinculación, yo no soy psicóloga así que no voy a estar entrando mucho en eso. Pero todo lo que no podemos decir enferma, queda hacia adentro; por eso, después aparecen dolores de garganta y se genera angustia. A largo plazo termina provocando una enfermedad psicosomática. 
Las emociones son como el tablero del auto que se encienden las luces y nos quieren decir algo. Es decir, hay algo en lo que tenemos que prestar atención.  Podemos elegir cuanto tiempo transitar esas emociones. Con la inteligencia emocional detectamos dónde estamos y tener recursos para saber cómo pasar al otro lado, a un lugar que no sea difícil. 

Últimamente la inteligencia emocional tiene más peso, al menos en términos de gestión de RR.HH. ¿La base de la inteligencia es lo emocional, es así?

Totalmente. Por ejemplo, en una oficina de trabajo si vos jefe te enojas con tu equipo, el enojo es una emoción que te impide escuchar. Es decir que cuando estás enojado lo primero que pasa es que crees que tenes razón. La razón no existe, lo que sí existe es un punto de vista que tiene que ver con la cultura, con lo que yo aprendí, lo que yo escuché, yo leí pero no es la verdad. Es mi mirada. 
No hay una única verdad. Hay puntos de vista que compartimos y podemos crear una tercera alternativa. Los líderes que andan en ese campo emocional del enojo van a ser los menos buscados en el futuro. 
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Patricia, ¿podemos presumir que una persona con más edad, con más vivencia debería ser mayor controlador de sus emociones?

Mira yo creo que los adultos mayores son los grandes sabios. No sé si lo controlan, pero si lo conocen. Esa experiencia de vida les da cierta sabiduría. Ellos ya saben que por acá se equivocan y por acá les va muy bien. Yo como Patricia digo que sí, a estas personas hay que escucharlas porque saben por experiencia aunque no hayan leído sobre ello. Hay muchas empresas que contratan abuelos porque tienen eso naturalmente, que los demás tenemos que aprender. 

Proyectos 

En cuanto a sus proyectos, Patricia  tiene avances con clientes de Argentina y está conociendo algunos de Paraguay, con todo aquello que tiene que ver con transformación y cambio. También, se encuentra haciendo un programa de liderazgo con una socia argentina para mandos medios de Chile, Argentina y Paraguay que consta de 10 encuentros y apunta a un taller exclusivo para mujeres “Wonder Woman”. Son 3 encuentros en junio y está diseñado especialmente para empoderar a las mujeres. Además, la directora de Inspirando Líderes, tiene como desafío, aprender algunas palabras en guaraní y se va  a poner a entrenar, asegura.